Nuestra querida y rubia actriz ha alcanzado la fama y las campañas cosméticas.
Reese Whiterspoon ha conseguido el sueño de toda actriz, firmar un contrato millonario con una marca de cosmética internacional. En primer lugar, por la innombrable cifra que se embolsa por publicidad. Y en segundo lugar, por llegar a más público fuera de la gran pantalla con unas fotos muy cuidadas y un look ideal.
Hoy día ser rica y famosa es ser más rica y más famosa que nunca porque los mercados internacionales de la cosmética llegan a los cinco continentes y extienden sus ramas por internet a todo el mundo a la velocidad del rayo.
Si Avon llama, ella cae rendida a sus pies previo pago para ejercer de portavoz de aquello que sea menester. Porque para eso es actriz y puede meterse en cualquier papel.
Una estupenda embajadora que representa la campaña solidaria de Avon contra la violencia doméstica.
La protagonista de “Una rubia muy legal” o “En la cuerda floja” se ha convertido en modelo y actriz comprometida a golpe de contrato.
La firma de cosmética que visita a las mujeres en su casa ha optado por una mujer mundialmente conocida y poco polémica. La ganadora de un Oscar ha firmado un acuerdo de colaboración para ser la Presidenta de Honor de la Fundación Avon. Una iniciativa solidaria destinada a recaudar fondos para la lucha contra el cáncer de mama, la violencia de género y otras situaciones de emergencia.
Reese Whiterspoon se ha confesado una fiel luchadora de los derechos de las mujeres. Faltaría más y si alguna no está de acuerdo que tire la primera piedra, en sentido figuarado porque creo que todas estamos a favor.
Los términos financieros de la colaboración no han sido revelados, lo que nos hace pensar en el porqué de tan poca transparencia. Además, también será promotora de producto y la nueva imagen publicitaria de la firma.
Y es que las multinacionales saben que una buena imagen significa aumentar su cifra de ventas. Las estrategias de marketing y el perfil de la celebrity elegida para promocionar sus campañas son estudiadas y debatidas al milímetro. Así es la aldea global, al final todos conocemos el inmenso poder mediático internacional que tiene una cara famosa.
¿Crees que es lícito firmar un súper contrato publicitario (a buen seguro multi- millonario) para apoyar causas filantrópicas?