Steven Meisel y el Vogue Italia en “pleno uso de razón” publican un editorial de moda sobre la rehabilitación de las modelos y su ingreso en un centro de desintoxicación (de drogas). Mujeres anoréxicas, enfermas y en el límite del bien y el mal, más bien en el límite del mal en peor y al borde de la desnutrición.
En este caso lo prohibido es ilegal, pero no engorda si no todo lo contrario, te deja en los huesos. Encuentro que las modelos han conseguido meterse muy bien en el papel.
¿Esto es sexy-guay? ¿No tengo ni idea cual será el cuadro clínico de Anna Piaggi en estos momentos?
Las modelos son ingresadas en una clínica de desintoxicación en circunstancias de extrema delgadez y mirada de mono profundo. Con ojeras, sin maquillaje y luciendo Guccis, Chaneles y Dior por los pasillos del centro hospitalario. En la Seguridad Social sólo dan una bata azul cielo casi transparente de tanto uso, tan suave como si fuera de seda salvaje y muy sexy porque lleva una raja que se abre desde el cuello dejando al descubierto toda la espalda, incluso más.
¿Nos tenemos que volver anoréxicas y toxicomanas para estar en la onda fashion?
La verdad es que no le veo la moda ni la gracia por ninguna parte. Aunque como los editoriales de moda son arte pues vale todo. Pues a mí me parece que no porque los diseños de moda son para que se los pongan personas humanas, en este caso, mujeres entre 20 y 50 años o más.
¿Esos son los modelos (y no me refiero a la ropa) a seguir? ¿O sólo la ropa que llevan encima?
Lo cierto es que hay que substraerse mucho para fijarse en el camisón que llevan debajo de la camisa de fuerza.
Tampoco me parece moda, ponerse en plan radical. Si la moda es arte, ¿por qué no en La Biblia del Vogue Italia ponen todas las obras de arte del momento hay muchos artistas que necesitan exponer su obra?
La moda es además, algo que nos ponemos encima de la piel. Más que un vestido, un estilo y bla,bla,bla…
¿Hay alguien en el mundo de la moda que no se dope?
También estamos al corriente del dopping en el Tour de Francia. El gremio de los ciclistas también destaca por el uso de sustancias no permitidas.