Si no consigues pegar ojo porque tu hijo no deja de rascarse la cabeza, llorar y dar vueltas por la cama, echa un vistazo a su piel, puede que se encuentre entre el 10% de la población pediátrica que sufre dermatitis atópica. Observas si además de rascarse sin parar la cabeza tiene parásitos o pequeños puntitos blancos como escamas.
Tranqui, a lo mejor no son piojos sino descamaciones del cuero cabelludo que hacen que tu hijo llore porque se siente molesto.
Tanto en un caso como en otro sólo se debe aplicar el tratamiento cuando haya aparecido el problema y no antes porque puede producirse un efecto rebote.
Para cabecitas sensibles, te aconsejo que utilices el primer champú de alta tolerancia llamado Exomega de la línea A-Derma, específico para niños con dermatitis. Se vende en farmacias y tiene una refrescante textura en espuma. En la fórmula lleva vitamina B3 y extracto de Avena que consiguen calmar la irritación del cuero cabelludo y el molesto picor. Cuesta 12 euros y está recomendado por dermatólogos.
¿Conoces algún otro remedio que vaya bien para la descamación de la cabeza? Los masajes con aceite de oliva después de la ducha nocturna van muy bien.