Vaya por delante que yo siempre salgo fatal en las fotos. En esta del blog salgo que no parezco yo. Alguien que me conoce me lo ha dicho. Yo suelo salir peor al natural. Tengo fotogenia 0,0.
Por eso, hasta ahora para salir guapa en la foto me conformaba con la ayuda de un buen maquillaje, un peinado de peluquería recién hecho y un fotógrafo de los que siempre te saca bien como Victor Cucart que es un artista del retoque con Photoshop.
Pero estas vacaciones voy a salir bien. ¿Sí o sí? Le voy a decir a mi querido experto que incorpore este sistema de última tecnología a la cámara de fotos familiar.
Aunque aún no esté muy logrado. Lo bueno es que te hace salir guapa aunque realmente tengas cara de resaca porque te cambia la cara sin (o además de…) pasar por brochazos de maquillaje, cirugía, pinchazos, láser o los mil y un aparatos estéticos de última generación.
Los filtros y retoques de Photoshop no tienen nada que ver con la medicina estética, pero ayudan a salir guapa en las fotos.
Esos sí, desvirtúan mucho la realidad y eso algunas veces viene de cine. Es algo así como un Photoshop de bolsillo dentro de nuestra cámara de fotos. Lo que ocurre es que a la vista de los resultados te cambia la cara. Se trata de tomas falsas pero en plan superbien. O sea que al final no eres tú, pero ¿tú? sales bien aunque con otra cara que se parece ligeramente a ti en versión “belleza impura total y absoluta”. Todo sea por conservar la belleza.
Mi suegra siempre me dice: “No, en ésta no has salido muy bien. Tú eres mucho más En fin, que los ingenieros tienen que trabajar un poquito más con este sistema pero de momento además de dar el pego a mi suegra, es un paso más en la evolución del mundo de la imagen. ¿Dónde acabarán l0s model@s cuando tod@s seamos guap@s?
De momento, este invento para salir guapos en las fotos ha sido desarrollado por Tommer Leyvand, de la Universidad de Tel Aviv. Este científico desarrolló el algoritmo del canon de la belleza después de analizar 200 fotografías con los elementos que resultaban más atractivos del rostro. Una vez extraído el “canon de embellecimiento”, se aplica automáticamente a cada imagen. Y después el algoritmo de embellecimiento se incorpora a nuestra cámara de fotos. Lo primero que hace es identificar el rostro a mejorar y a continuación, va realizando ligeros ajustes para mejorarlo sin alterar “sustancialmente” la apariencia de la persona.
Lo último en tratamientos de belleza no vendrá de la mano de L’Oréal, sino de Sony o Canon o cualquier filtro óptico para tratar nuestra imagen a placer..
¡Viva la crema de megapixeles milagrosos que recorren nuestra imagen con el único fin de “enguapecernos” un poquito más! Además del maquillaje, las inyecciones de relleno, la cirugía estética, los tratamientos de estética, etc.
Y eso que la belleza está en el interior… ¿¿¿¿¿¿¿¿¿sino qué inventarían?????