Tres de cada diez españoles padecemos algún grado de insomnio. Según las estadísticas, el insomnio crónico lo sufre ya un 10% de la población. Se habla de insomnio cuando la eficiencia del sueño de una persona es inferior al 85%. Esta dificultad puede manifestarse de diversas maneras, bien como una seria dificultad para conciliar el sueño (superior a los 30 minutos), bien con despertares prematuros o con muchas interrupciones a lo largo de la noche.
La falta de sueño es una de las causas de absentismo laboral más usuales. No dormir es peligroso para uno mismo y para los demás porque incrementa el riesgo de sufrir todo tipo de accidentes, de coche también.
El doctor Ignacio Ferrando, director de Programas Médicos de Sanitas, aconseja acudir a la consulta del médico tras pasar varias noches en vela para buscar cuáles son las causas del insomnio. En muchos casos puede ser por otros problemas subyacentes: depresión, ansiedad, consumo de sustancias excitantes como drogas o alcohol. Otras veces el insomnio también se puede deber a causas físicas, como dolor crónico o apnea del sueño (una afección, cada vez más común, que consiste en la interrupción transitoria de la respiración durante el sueño, lo que fuerza a la persona a despertarse varias veces durante la noche para recobrar el aliento).
Según el diagnóstico, los tratamientos pueden ser muy variados: desde lo más simple, como colocar una pelota de tenis en la parte posterior del pijama para impedir que la persona duerma sobre su espalda, en el caso de la apnea, a acudir a un otorrinolaringólogo para descartar otras razones físicas.
Dependiendo de la gravedad de los síntomas el tratamiento puede pasar por acudir a una clínica del sueño, donde pasar una noche con el fin de monitorizar nuestro sueño y poder encontrar la causa que nos impide dormir.