La periodista Teresa Viejo lleva sometiendo su carrera a cambios radicales desde hace muchos años. Bandazos diría yo. Es una chica que se adapta un poco a cualquier género. Y eso en principio es bueno. Lo mismo hace Kate Moss y algunos la llaman diosa mediática.
Teresa Viejo iba directa a un Gran Cambio Radical desde que empezó como presentadora de Robocop, perdón Rockopop.
Y es que no es lo mismo presentar a Azúcar Moreno que al doctor Javier de Benito. La cuestión principal es que nos avergoncemos de nosotros mismos. Son operaciones gratuitas en pleno circo reality. Gracias por pagar todas nuestras operaciones. Muchas amigas mías firmarían ya. Pero lo de salir por la tele y dejar que te humillen en público les da corte. En privado no les importaría.
Todos nos tenemos que hacer un Cambio Radical porque podemos ser perfectos y la ciencia nos lo sirve desde la mesa de operaciones con un bisturí en una mano y la anestesia total en el brazo contrario.
Dos meses seguidos saltando de un quirófano a otro, demasiadas intervenciones y cambios en poco tiempo. Me imagino que tendrán sesión de psicoterapia para que los concursantes asimilen tanta cirugía
En los programas de cocina, últimamente mis favoritos, antes de meter al horno la masa ya tienen otro bizcocho hecho. ¿No podrían esperar los de Cambio Radical un poquito más o es que no tienen suficiente presupuesto? Son muchos los interrogantes querida Teresa. Sigues haciendo Noche de Impacto pero con personas humanas y como no hay asociaciones protectoras de personas, pues nada ha tenido que ser el Defensor del Paciente.
Hay muchos médicos que dicen que no se deberían hacer más de una intervención importante al año. Entonces ¿por qué someten en este programa a tantas operaciones en tan poco tiempo? No entiendo como la asociación de animales permite tanta crueldad con seres humanos de carne y hueso.