Los expertos lo tienen claro, según explica el doctor Marcel Íbero, presidente de la SEICAP, el hecho de que los niños se desarrollen “en un ambiente de asepsia, con ausencia de gérmenes, rodeados de una higiene excesiva, con tanta esterilización, vacunados de todo y sin riesgo de infecciones, provoca que su sistema inmunológico no active el mecanismo de defensa sino el que favorece las alergias”.
¡Ayyyy, pero qué relimpios van los niños de este nuevo siglo!, ¿dónde han quedado los churretes en la cara?, ¿esas rodillas negras que no había quien las limpiara?, ¿o esos zapatos que subían a casa 2 kilos de arena? Los niños se manchan poco y viven rodeados de una higiene excesiva, lo que incrementa cada año los casos de niños alérgicos. Éstas son al menos las conclusiones del Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP).
Nos hemos propuesto que nuestras casas sean las más limpias y lo hemos conseguido, y si a eso le sumamos que los niños ya casi no juegan en la calle…, ¿o los vuestros sí? Un estudio reciente publicado en la revista Immunity ha probado como la exposición a los gérmenes del medio ambiente en niños pequeños permite un desarrollo normal del sistema inmune, lo que contribuye a evitar futuras alergias y lo protege de infecciones. Según el doctor Íbero “en los países del Tercer Mundo o con carencias sanitarias desaparece la respuesta inmunológica con la que nacen los niños y que favorece las alergias”. Eso sí, se mueren de una simple gastroenteritis, supongo que sus madres preferirían tener hijos alérgicos, claro.
Pero hay más estudios que apoyan esta tesis, un informe reciente publicado por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud Pública de EE.UU., confirma el aumento de niños con alergias y el mayor número de casos en niños procedentes de familias con ingresos más altos que en niños por debajo del umbral de la pobreza. La diferencia es amplia en el caso de las alergias respiratorias, afectando al 14,9% en los niños con menos ingresos y al 18,3% a los que tienen un nivel económico más alto.
Pero el exceso de higiene no es el único responsable, también tienen su parte de culpa la alimentación y la contaminación. Todos estos factores externos hacen que cambie el sistema inmunológico de los niños, ya desde el vientre materno. La capacidad de defensa se vuelve más débil y favorece la aparición de alergias.