En la última década en España, todas las profesiones que se precien han añadido el término “coach” delante de su especialidad. Así, el mercado laboral se ha llenado de títulos como “coach nutricional”, “coach cosmético” o “coach financiero”, entre otros, generalmente induciendo a error al presuponer que hablamos de asesores o consultores (alguien que te aconseja lo que hacer). Nada más lejos de la realidad. De difícil pronunciación para algunos, moda anglosajona para otros, el coaching sigue cargando a cuestas con el sambenito de que su función no resulta fácilmente comprensible. ¿Coaching? Sí, pero, ¿Qué es y realmente para qué sirve?
El coaching empieza a tener entidad hoy, cuando en los años 70, en el mundo anglosajón, una cultura muy orientada al logro y al resultado, el británico Timothy Gallway escribe un libro titulado el “Juego Interior del Tennis” (The Inner Game of Tennis) . Es entonces cuando la profesión “salta” del mundo del deporte al mundo de la empresa, al plantear el autor, que a la hora de cualquier conflicto (y un partido lo es, en sentido metafórico), el contrincante más duro a batir no es tu oponente, sino tu propia mente.
En ese mismo instante el coaching se hace universal y puede aplicarse a todos los ámbitos de la vida, ya que la mente siempre está implicada en cualquier actividad humana. En España, aterriza hacia finales de los años 90.
¿Qué es y qué hace un coach?
Los seres humanos tenemos una característica común: necesitamos compartir, tener testigos de nuestras vidas. Un coach es un acompañante profesional y experto en este acompañamiento que no sólo comparte momentos de cambio esenciales en nuestras vidas sino que, además, pone luz, -siempre con la persona llevando las riendas de su propio proceso-, a opciones que quizá no se habían podido ver antes .
Un coach es un profesional que ha sido entrenado durante mucho tiempo para ayudar a conseguir objetivos. Es alguien que domina la escucha activa, la comunicación, la presencia total, el arte de las preguntas poderosas, la empatía como herramienta de ayuda, la intuición, una profunda vocación de servicio y que además él o ella misma ha pasado por profundos procesos de cambio y tiene tras de si una rica trayectoria vital y formativa.
El coach no enseña. Ayuda a aprender. Por este motivo nunca creará dependencia.
¿Por qué funciona? Estar con un coach es como estar frente a un espejo en el que se ve más allá de lo visible. El coach refleja al coachee (la persona que recibe la sesión) gran parte de aquello que es invisible para él mismo. Partiendo de la base de que solo reconocemos lo que sabemos que existe, a veces por mucho que nos esforcemos en superar barreras, tenemos mecanismos tan bien aprendidos que tropezaremos más de cien veces con la misma piedra
A través del coach, esas barreras, por muy altas que parezcan, van perdiendo altura y la persona va descubriendo cosas inéditas sobre si misma. No porque esas cosas no estuvieran ya allí, sino por estar tapadas por creencias limitantes , miedos o sencillamente por estar instalados en lo que se da en llamar La Zona de Confort; ese espacio donde los seres humanos nos sentimos cómodos y no queremos salir de él, por mucho que obstaculice nuestro progreso.
Abordar un proceso de coaching es un viaje interno que abre el universo de posibilidades para la persona a la hora de enfrentar cualquier reto, a través de un plan de acción específico, orientado siempre de presente a futuro (a diferencia de la terapia que trabaja con el pasado de la persona), eficazmente enfocado al resultado y con resultados altamente satisfactorios.
chirri dice:
Rebeca J. Cirujano 
maria 
angeles 
ana 
Spanish