La colección de síndromes apostillados con el sufijo –exia se enriquece en toda época del año con los obsesionados por estar morenos.
Tanorexia es el nombre que recibe este trastorno que conduce a quienes lo padecen a someterse indiscriminadamente a cabinas de rayos UVA, exposición insensata al sol o sobreuso de productos de bronceado, en la idea de colorear su piel hasta extremos chocantes.
Obviamente, el trastorno opera durante todo el año, aunque en verano es de esperar un recrudecimiento de la enfermedad.
“Durante los meses de invierno, las personas que padecen esta obsesión utilizan de forma compulsiva e incontrolada sesiones de solárium y rayos UVA, una práctica tremendamente peligrosa que degenera en quemaduras, un envejecimiento de la piel prematuro y lo que es peor: cáncer de piel.”, explica Manuel Asín, presidente de DERMUS, asociación de clínicas privadas de dermatología.
La mayor parte de afectados por esta enfermedad son mujeres de entre 20 y 40 años, aunque el porcentaje de hombres aumenta significativamente.
¿Cómo reconocer a una persona que lo padece? Estas son las señales de alarma:
- Bronceado intenso de la piel
- Quemaduras en la piel que tratan de ocultar con maquillajes
- Envejecimiento prematuro en la piel
- Situaciones de ansiedad
- Edades entre 20 a 40 años
- Visitar con excesiva asiduidad solarium y rayos UVA
Como todo trastorno mental, debe ser tratado por un psicólogo y los daños de la piel, por un dermatólogo.
¿Conoces a alguien con tanorexia?