Que no te cuenten cuentos, o por lo menos que si te los cuentan sean para hacerte soñar, no para crearte complejos sobre tu aspecto físico.
El maquillaje debe ser un juego no una necesidad, siempre debes saber reconocerte delante del espejo con la cara lavada.
La moda es arte, estilo, elegancia y cultura, diversión y una opción para vestirse cada día, pero tu cuerpo es más importante que los trapitos y las marcas que te pones encima.
La cosmética protege tu piel y la mima con masajes que suavizan tu cara y tu cuerpo. Pero lo primero es sentirse bien bajo esa piel tan suave, lisa y aterciopelada. Tu belleza no debe convertirse en una obsesión.
Tu pelo es único, pero si es rizado y no te gusta puedes alisarlo, aunque con el cambio sufra un poco. Si además quieres cambiarlo de rubio a moreno o a la inversa, sufrirá un poquito más. Y es lo que pasa, que ir contra natura suele acabar pasando factura. No sólo por la cuenta que te dejas en la peluquería si no porque tu cabello se resentirá y necesitarás una serie de cuidados extra. Pero si es tu gusto, está bien.
No dejes que te maltraten esteticamente ni de ninguna otra manera. Tú que abogas por la no crueldad animal, cómo dejas que el marketing publicitario te maltrate como mujer o como hombre. Cierto, resulta muy difícil abstraerse de tanta presión porque estamos tan metidos en esta sociedad de anuncios que venden algo más que el producto que aparece en pantalla, que al final no sabemos en realidad que estamos comprando si un frasco de crema, una fórmula milagrosa o un pasaporte para la eterna juventud sin pasar por el quirófano.
Mucho cuidado con el consumo que haces de la cosmética. No te confundas, aunque el panorama sea bastante propicio para perderse, tienes que encontrar una salida dentro de este laberinto de esperanzas que pueden acabar en el maltrato psicológico sutil del que habla el cortometraje del principio.
¿Qué esperas de la cosmética?
Agripina Rosríguez dice:
BlackPearl 
Rocco 
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