Nada más y nada menos que 2 de cada 5 españoles no encontramos nuestra talla de ropa, según cuenta una de las últimas alertas del Instituto de Obesidad. Este caos de las tallas nos lleva a caer en problemas alimentarios tan conocidos como la anorexia o la bulimia.
¿Tú también tienes una talla 40 en una tienda y hasta dos tallas menos en otra?
El Instituto de Obesidad vuelve a recordar que no se cumple el acuerdo que suscribió hace 4 años el Ministerio de Sanidad con las principales firmas textiles para tratar de unificar las tallas de ropa, con el fin de evitar este tipo de trastornos psicológicos relacionados con las tallas de ropa.
Y es que 50 meses después de aquel acuerdo, una encuesta de la Fundación Imagen y Autoestima revela que el 87% de los consumidores continúa teniendo problemas para encontrar su talla de ropa, pues todas esas personas afirman que su talla varía dependiendo del fabricante. 2 de cada 5 personas, directamente, no encuentra su talla adecuada al ir de compras.
Y no se trata de una frivolidad, pues la unificación de las tallas, o mejor dicho, la falta de unidad tiene un impacto directo sobre la salud de las personas. El último Barómetro realizado conjuntamente por la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y la Bulimia, y la Fundación Imagen y Autoestima, revela que el 44% de los encuestados (8 de cada 10 son mujeres) se plantea iniciar una dieta (en muchos casos espontánea, equivocada y sin control médico) cuando comprueba que no puede usar la talla de ropa que creía.
Estos regímenes inadecuados de escaso componente nutricional pueden derivar en graves trastornos alimentarios, entre ellos, la anorexia o la bulimia. Conviene recordar, además, que los pacientes que padecen este tipo de trastornos resultan mucho más vulnerables a las pequeñas modificaciones, como puede ser un cambio en la talla a la hora de adquirir una prenda.
Por todo ello, el Instituto de Obesidad insiste en la importancia del adecuado cumplimiento de los acuerdos alcanzados por el Ministerio de Sanidad y las principales firmas textiles. ¿A qué esperan para ponerlos en marcha?