Me duele la cabeza ¿hacemos el amor? Se acabó el atiborrarnos de pastillas para aliviar nuestro dolor físico y mental. He descubierto un método más sano y natural, el SEXO. Una práctica que debemos incorporar como una rutina más en nuestra vida diaria, porque tan importante como comer y respirar, lo es mantener una relación sexual. El placer de este encuentro aumentará nuestros niveles hormonales ayudando a equilibrar cuerpo y alma.
Es indiscutible que el sexo ha sido utilizado en los últimos años como recurso fácil para atraer y persuadir a la gente, fuera cual fuese el fin, sin justificación alguna. Cualquier ámbito de la sociedad se encuentra inundado de referentes sexuales, pero… mucho audiovisual y poca práctica. Hablamos de ello saturando nuestras conversaciones, aunque a la hora de la verdad, como dirían en mi tierra, ‘mucho lirili y poco larala’. Cuéntame…
Las relaciones sexuales completas y satisfactorias ayudan a prevenir y mejorar cualquier enfermedad, así como frenan las causas del envejecimiento. El doctor David Weeks, neuropsicólogo del Hospital Royal Edimburgo (Escocia), asegura que es uno de los mejores rejuvenecedores que existen hasta el momento, y practicado tres veces por semana rejuvenecerá nuestro rostro hasta diez años. Afirma que la apariencia juvenil de las personas depende en un 25% del código genético y el 75% restante a ciertas prácticas o rutinas diarias, entre ellas el sexo.
‘Para las mujeres el sexo es como un tratamiento de belleza’ decía el director estadounidense, Billy Wilder, y no le faltaba razón. Nuestra piel se vuelve más tersa y suave, la sudoración provocada por el acto sexual limpia los poros; se reduce la dermatitis y la aparición de granos y espinillas. El pelo también se beneficia de este momento de clímax consiguiendo una mayor suavidad y brillo.
El sexo estimula la circulación sanguínea, ejercita todos y cada uno de nuestros músculos y nos permite quemar las grasas acumuladas favoreciendo nuestro aspecto físico. Puede ser considerado, tal vez, como el deporte más antiguo y completo de la historia.
Durante la consecución de la relación se liberan en grandes cantidades diversas hormonas que son las responsables de los efectos anteriormente citados. Las principales son: los estrógenos cuya misión, entre otras, es estimular la libido de la mujer; la oxitocina que incrementa la sensación de placer al estimular la contracción de la musculatura pelviana; y las endorfinas llamadas las hormonas de la felicidad.
Pero como toda medicina, no a todo el mundo le sienta bien o sabe como tomarla, y en estos casos puede producir los efectos contrarios.
Lo que está claro es que sea por cuestión de hormonas o no, el sexo nos aleja del estrés diario, de las prisas, los ruidos, y nos permite abandonarnos durante ese momento de pérdida y entrega, a la desidia.
¿Has tomado hoy tu medicina?
Imágenes: Talento Creativo e Image Shack