En The Life of the Mind (1978) , Hannah Arendt dice que la “buena conciencia es, por lo general, propia de la gente auténticamente malvada, mientras que sólo la gente buena es capaz de tener mala conciencia”. Si esta afirmación es cierta, entonces conquistar la felicidad es, ni más ni menos, una invitación a que la gente buena deje de ser buena gente.
¡Sonría, por favor! Ni bueno, ni malo… Intenta ser feliz de forma intermitente como decía el loco de Freud. ¿Qué haces para limpiar tu mente? ¿Tienes un coach?
En The Conquest of Happiness (1930), Bertrand Russell (a propósito del sentimiento de culpa y después de decir que la conciencia es algo relativo, “ordena actuar de diferente manera en las distintas partes del mundo y viene a coincidir en todas ellas con las costumbres del lugar”)
Y la recomendación para autoayudarnos es la siguiente: “Cuando empiece a sentir remordimientos por un acto que su razón le dice que no es malo, examine las causas de esa sensación de remordimiento y convénzase de que es absurdo.”
¡Cómo está er patío, querid@s!